Sabemos que dentro del textil de hogar las alfombras son uno de los elementos más difíciles de limpiar y mantener limpio. Por mucho que pases la aspiradora siempre asoma una motita de polvo o pelusilla. Aunque podemos prescindir de ellas, siempre añaden un toque decorativo y nos aíslan del frío, aportando calidez a cualquier espacio de nuestra casa. Actualmente existen en el mercado gran variedad de alfombras, las más modernas en vinilo o bambú son extremadamente fáciles de limpiar. Si te has decantado por alfombras de pelo en este artículo te damos algunos consejos para manchas difíciles.
Remedios caseros para limpiar tus alfombras

Antes de limpiar las manchas de tu alfombra, es importante que aspires totalmente tu textil de hogar y en diferentes direcciones. Así eliminarás el polvo acumulado y las odiadas pelusas. También puedes sacudirla o barrerla.
Uno de los primeros trucos caseros que te traemos es espolvorear bicarbonato sódico y sal gorda de cocina por la alfombra. Lo dejas reposar toda la noche y por la mañana vuelves a pasar la aspiradora. La sal arrastra la suciedad y el bicarbonato elimina los olores. ¡Te sorprenderán los resultados!
Otro producto casero muy utilizado por sus propiedades desinfectantes y antibacterianas, es el vinagre blanco. Calienta un vaso de agua y viértelo en un recipiente junto con medio vaso de este vinagre y dos cucharadas de detergente. Mezcla bien y humedece un paño en la mezcla. Limpia con él toda la alfombra. Quita el exceso de humedad con otro paño seco y pon la alfombra a secar, para evitar que huela a humedad. Otra alternativa es utilizar amoniaco en lugar de vinagre, y seguir los mismos pasos. El amoniaco es nuestro aliado para todo tipo de manchas. Para manchas muy difíciles mezcla un chorro con agua y frótala con un cepillo o esponja.
Otros consejos de limpieza de alfombras
Existen en el mercado multitud de productos específicos para la limpieza de alfombras. Si lo prefieres, puedes probarlos, aunque nuestros remedios caseros son infalibles. Antiguamente este textil de hogar se lavaba a mano con jabón de lagarto en lavaderos públicos. En algunas localidades todavía queda alguno en uso. Puedes intentarlo y vivir una auténtica experiencia. Aquí te dejamos algunos pequeños trucos para no renunciar a la calidez de las alfombras y hacer que luzcan siempre limpias.